¿Dónde colocar el acuario?

El acuario se puede colocar en cualquier sitio. Gracias a los equipamientos modernos, la pecera es totalmente autosuficiente y solo se necesita un toma corriente. Sin embargo, existen algunos consejos que pueden tenerse en cuenta a la hora de elegir el lugar indicado.

1. El acuario no sólo es un recipiente para peces y plantas, sino que normalmente constituye también un ornamento, por ello debería colocarse en el living, Playroom, sala de juegos o comedor diario.
2. Situar la pecera de manera que nos permita una cómoda observación de su contenido. Si se coloca cerca de unos sillones, la base sobre la que se apoya debería medir unos 50/70 cm de altura, si se mira la pecera sobre todo estando de pie (por ejemplo en un living o lobby), el soporte puede ser de 70/90 cms de altura.
3. Desde un primer momento, el acuario debería disponer de un lugar fijo. Mover un acuario completo o lleno a mitad, es prácticamente imposible, no solo por su peso sino también por el riesgo de quebrar el vidrio. Cambiar de sitio un acuario casi siempre significa volver a armarlo. Existen excepciones a la regla, como por ejemplo acuarios pequeños o muy reforzados.
4. Colocar la pecera de manera que nos permita, sin necesidad de acrobacias, realizar todos los trabajos de mantenimiento.
5. El acuario debe estar apoyado sobre un soporte estable y preferentemente a nivel. Ni el suelo ni el mueble deben quedar inestables. Recordemos que por cada litro que entra en la pecera hay que calcular un peso final de 1.2~1.5kg. En otras palabras, una pecera de 50 lts pesa unos 60/70 Kgs, según el tipo de decoración. No apoyar nunca vidrio del fondo de la pecera directamente sobre una superficie dura, es indispensable poner una capa de material capaz de amortiguar golpes, vibraciones o desperfectos de la superficie de soporte. Funciona muy bien la gomaespuma, Goma blanda, goma eva, o telgopor.
6. El acuario debería estar expuesto lo menos posible a los rayos directos del sol. Las instalaciones luminosas de los acuarios modernos nos permiten regular perfectamente la luz, adaptándola a las diferentes necesidades de las plantas y los peces que se quieren mantener dentro.